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martes, 10 de diciembre de 2013

La Diabetes. Nuestra calidad de vida por los suelos

La Diabetes es una enfermedad metabólica que se caracteriza por una disminución en la utilización de la Glucosa contenida en los alimentos y por tanto en un incremento de sus niveles en sangre dando lugar a un cuadro de Hiperglucemia que puede desencadenar en múltiples dolencias orgánicas, tales como fallo renal, cataratas, accidentes cardio y cerebro vasculares, etc. Aunque con los medios que la medicina cuenta en la actualidad es difícil que pueda originarse la muerte, si debemos tener en cuenta que la calidad de vida del diabético es bastante deficiente ya que le genera grandes dependencias de tipo nutricional, médicas y farmacológicas.

La Diabetes es un proceso que está ligado íntimamente al funcionamiento de una hormona, la Insulina. La Insulina es una proteína que es producida por las células Beta de los Islotes de Langerhans en nuestro páncreas. Esta proteína se une a las moléculas de Glucosa poniéndola a disposición de nuestras células para que sea utilizada en la producción de la energía necesaria para la correcta realización de las funciones orgánicas. Es por tanto una sustancia transportadora de la glucosa.

La Glucosa es un azúcar obtenido a partir de los Hidratos de Carbono de nuestra dieta. Se absorbe en el intestino y pasa a la sangre. En ayunas, sus valores oscilan entre los 70-110 mg/ dl de sangre, pudiendo incrementarse enormemente después de una comida. Cuando hacemos un ayuno prolongado, la Glucosa se obtiene a partir de los depósitos de Glucógeno existentes en nuestro Hígado y en los músculos.

Un incremento de los niveles de Glucosa en nuestra sangre, es decir, una Hiperglucemia, estimula a nuestro Páncreas para la liberación de la Insulina que se encarga de llevar esta Glucosa a los diferentes órganos y tejidos corporales. ¿ Que pasa cuando nuestro organismo no utiliza toda la Glucosa que ha sido absorbida para la producción de energía ?. Nuestro cuerpo es un sistema ahorrativo, es decir, tiende a almacenar este excedente de energía no consumido por si fuera necesario utilizarlo en otro momento. Y lo hace formando grasas que se acumulan en el tejido subcutáneo, vísceras y músculos. Cuando esta situación se repite de una manera reiterada y no se acompaña de un incremento del gasto Energético nos encontramos con la aparición de cuadros de Sobrepeso y Obesidad.

Desde un punto de vista de su origen podemos distinguir dos grandes grupos de Diabetes. Por un lado está la Diabetes Tipo I originada por una falta de producción de Insulina por parte del Páncreas. Las causas de este tipo de Diabetes no están del todo claras. Puede deberse a alteraciones de tipo auto inmune que cursan con la destrucción de los Islotes de Langerhans. También está asociada a factores de tipo genético y hereditarios. La consecuencia de esto es una falta de producción de Insulina y un cuadro de Hiperglucemia asociado.

Desde un punto de vista nutricional nuestro interés está centrado en la Diabetes tipo II llamada también Diabetes Mellitus. Este tipo de Diabetes no se presenta de golpe, se va desarrollando lentamente en el tiempo y se debe a una resistencia que se crea al uso de la Insulina por parte de las células de nuestro cuerpo. Nos volvemos insulino resistentes y por tanto la Glucosa se acumula en la sangre dando lugar a la Hiperglucemia Diabética. La principal causa de esto es el exceso de grasa que se almacena en nuestro organismo.

La Diabetes es por tanto, un proceso ligado claramente a la Obesidad. Hasta hace unos años era un proceso asociado a personas de mediana edad, con marcado sobrepeso, un estilo de vida sedentario y con picos de estrés ocasional. Lo dramático de este proceso es que cada vez afecta a mayor cantidad de personas y que la edad de desarrollo de la enfermedad ha bajado substancialmente, produciéndose cada vez más en niños y jóvenes.

En un principio este proceso no presenta una sintomatología clara, pasando bastante desapercibida. Su detección muchas veces se hace mediante análisis de sangre rutinarios en los cuales los niveles de Glucosa en ayunas están por encima de los 125 mg/dl. Cuando el cuadro diabético ya está instalado si podemos observar un incremento en el apetito y la sed, hormigueos frecuentes en manos y pies, visión borrosa, infecciones frecuentes en la piel y vejiga de la orina, una mayor dificultad en la cicatrización de las heridas, mayor sensación de cansancio de lo habitual, micciones más frecuentes y abundantes, etc

Desde un punto de vista nutricional, la Diabetes es un proceso que responde muy bien cuando modificamos nuestra alimentación y estilo de vida. Una alimentación adecuada contribuye de manera decisiva a la prevención de este proceso y, desde luego, es imprescindible en las personas que padecen la enfermedad. A continuación os propongo un par de recomendaciones dietéticas que pueden ayudar a su prevención.

Lo primero que debemos tener muy claro es que en la mayoría de los casos, la lucha contra la Diabetes es una lucha contra la Obesidad. Conviene recordar que la insulino dependencia es un proceso que se enmarca en individuos con un exceso de grasa corporal.

Como primera recomendación indicar una drástica reducción en el consumo de alimentos de alto Índice Glucemico ( el pasado mes de Septiembre publique en este blog un artículo relacionado con este tema ). Reduciremos el consumo de azucares refinados, miel, bollería industrial, pasta, bebidas carbonatadas, etc, que cambiaremos por otros cuya velocidad de absorción y formación de Glucosa sea más lento, como los alimentos ricos en fibra soluble e insoluble, que además favorecen el tránsito intestinal. Así debemos incrementar el consumo de verduras de todo tipo que además son ricas en vitaminas y minerales

En este sentido es importante una reducción del aporte calórico proporcionado por los Hidratos de Carbono de nuestra dieta y un incremento en el consumo de alimentos más ricos en proteína, como las carnes, pescados o huevo. Por otro lado, a menos que seas diabético diagnosticado, no debes prescindir de la fruta ya que nos va a aportar las vitaminas y minerales que nuestras células necesitan para realizar sus funciones. Ahora bien, dentro de las frutas debemos tener en cuenta que las hay con menor contenido en azucares como los frutos rojos ( fresa, frambuesa, arándano, cereza ) y los cítricos ( naranja, mandarina, pomelo ) y las de mayor contenido en azucares como el plátano, mango, papaya, etc.

La segunda recomendación consiste en incrementar el gasto calórico general. Es muy importante evitar a toda costa el sedentarismo e incorporar a nuestra rutina diaria el ejercicio moderado. Practicar deporte a diario es un seguro de vida, no solo en el caso de la diabetes sino también en otro gran grupo de patologías sobre todo de tipo cardiovascular y degenerativas. No se trata de machacarnos. Basta con 30 minutos diarios de ejercicio suave, aeróbico que nos permita incrementar nuestra masa muscular y poner a nuestro cuerpo en la configuración necesaria para quemar mejor la grasa acumulada.

Debemos salir con una idea clara. Es preferible que nuestro organismo obtenga la energía a partir de nuestras reservas de grasa que no a partir de un exceso de calorías aportadas con la dieta. Siguiendo estas dos sencillas recomendaciones reduciremos drásticamente la aparición de la Diabetes y las molestas consecuencias que tiene para nuestra calidad de vida.

Fdo: Luis González Martín

martes, 19 de noviembre de 2013

La Hipertensión Arterial. Una muerte silenciosa

Nuestro corazón bombea la sangre necesaria para la oxigenación y nutrición de los distintos órganos y tejidos, así como para regular nuestra temperatura corporal. La sangre es distribuida por un extenso sistema artero venoso regulado por el Sistema Nervioso Autónomo de una manera bastante compleja. A la cantidad de sangre que nuestro corazón bombea en un minuto se le denomina Gasto Cardiaco. En condiciones normales el Gasto Cardiaco suele ser de unos 5 litros en hombres y 4,5 litros en mujeres.
Nuestro Sistema Circulatorio está formado básicamente por dos tipos de vasos. Las arterias que se ocupan del transporte de la sangre oxigenada que tienen una potente musculatura lisa por lo que su capacidad de distensión es muy limitada. Por el contrario, la venas, que se encargan de transportar la sangre desoxigenada de vuelta al corazón y a los pulmones, tienen una gran capacidad de distensión actuando como auténticos reservorios de sangre.
 
El Sistema Circulatorio, al ser un sistema tubular, va a oponer una resistencia al paso de la sangre, resistencia que debe ser vencida para que la sangre circule. Para ello debe salir del corazón con una presión determinada. Desde un punto de vista fisiológico la resistencia al paso de la sangre depende de la longitud del circuito, de su diámetro y de la viscosidad de la sangre. En un individuo normal, la presión de salida del corazón como consecuencia de la contracción de los ventrículos o Presión Sistólica es de 120 mm de Hg. Con la finalidad de evitar un retroceso de la sangre, se debe mantener una cierta presión cuando los ventrículos se relajan. Esta presión o Presión Diastólica es de 80 mm de Hg. Por tanto, nuestra Tensión oscila, en condiciones normales entre 120 y 80 mm de Hg. A medida que avanza por nuestras arterias, se va perdiendo presión hasta llegar a ser practicamente 0 mm de Hg en la zona de intercambio capilar.
 
La Presión Arterial está regulada de una manera compleja por el Sistema Nervioso Autónomo en conjunción con nuestro Sistema Endocrino mediante la conjunción de estímulos nerviosos que desencadenan la liberación de ciertas sustancias ( cortisol, adrenalina, noradrenalina, aldosterona, etc ) que actúan sobre la musculatura lisa de los vasos sanguíneos provocando su contracción o su relajación.
Cuando la Presión Arterial supera los 140/90 mm de Hg comenzamos a hablar de Hipertensión Arterial (HTA). En el 80% de los casos la HTA tiene un origen genético o desconocido. Se trata de una HTA Primaria. Pero en el 20% restante se produce de manera secundaria a otros procesos como alteraciones renales, Hiperparatiroidismo, Adenoma Hipofisario, etc dando lugar a la HTA secundaria. Uno de estos problemas que cada vez está tomando más importancia en el mundo desarrollado es la HTA ligada a la Obesidad, siendo esta la más interesante desde un punto de vista nutricional.

El perfil del Accidente Cardiovascular es el de un individuo obeso, con Hipertensión Arterial, fumador, con un estilo de vida sedentario y sometido a un proceso de estrés continuo o con episodios frecuentes
 
Una dieta rica en carbohidratos de fácil asimilación da lugar a un incremento instantáneo del nivel de Glucosa en la sangre estimulando al Páncreas a la liberación de Insulina. Como este consumo no se acompaña de incremento en el gasto calórico el excedente de energía se utiliza en la formación de Triglicéridos que se acumulan en vísceras, tejido subcutáneo y músculos. Cuando esta situación se mantiene en el tiempo nos volvemos Insulino resistentes, es decir, aunque exista glucosa en sangre, nuestro organismo no la metaboliza y se desvía su utilización a la generación de más grasa. Este fenómeno se conoce como Diabetes Tipo II y se asocia a procesos de Obesidad. Este proceso se ve agravado en personas que llevan una vida sedentaria ya que no existe un incremento del gasto calórico asociado al incremento en el consumo de calorías.
 

El aumento de los Triglicéridos en sangre hace que se unan a las proteínas plasmáticas  dando lugar a Lipoproteínas. De estas, las de baja densidad ( LDL) se van a depositar en las paredes de los vasos sanguíneos infiltrándose en la capa muscular y dando lugar a dos efectos a cual más peligroso. Por un lado hace que las arterias pierdan elasticidad, volviéndose más rígidas y aumentando la resistencia al paso de la sangre. Por otro lado, esta placa ateromatosa crece hacia la luz del vaso sanguíneo, depositandose sobre ella sales minerales y células y fibrosandose dando lugar a una oclusión vascular. Cuando este proceso se produce en las arterias coronarias, la consecuencia puede ser el Infarto de Miocardio. Esta placa ateromatosa o parte de ella puede fragmentarse liberándose a la sangre y quedando atrapada en vasos de menor calibre en forma de Trombos ocasionando embolias e infartos en diferentes órganos, como el cerebro.
 
Otro factor que incrementa la presión arterial es el consumo de tabaco. La nicotina del tabaco se une a los receptores adrenérgicos situados en las sinapsis neuronales dando lugar a la liberación de catecolaminas que tienen un marcado carácter hipertensivo produciendo vasoconstricción intensa.
 
Un último aliado de la HTA es el estres. Ya vimos en un artículo anterior como un estres prolongado o episodios frecuentes de estres, estimulan la liberación de Cortisol que tiene dos efectos de gran incidencia. Por un lado estimula la metabolización de la Glucosa desviando su metabolismo hacia la formación de Triglicéridos y por otro incide en la liberación de Adrenalina con potente acción vasoconstrictora.
Placa Ateromatosa en la pared de una arteria
La HTA es un factor desencadenarte del Accidente Cardiovascular que afecta a una elevada cantidad de personas cada año. Este problema se reduciría drásticamente si fuéramos capaces de seguir unas pautas alimentarias y de estilo de vida algo más adecuadas. Nosotros proponemos un decálogo nutricional para la prevención de esta lacra.
 
  1. Reduce el consumo de azucares de elevado índice glucémico ( bollería industrial, harinas refinadas, etc ) y cámbialas por carbohidratos de lenta asimilación incrementando el consumo de fibra. Incorpora a tu dieta cereales, salvado, fruta y verdura.
  2. Reduce el consumo de grasas saturadas de origen animal ( quesos, embutidos ) e incrementa el consumo de aceites vegetales insaturados y acidos grasos Omega-3 y Omega-6. Cambia la leche entera por leche semidesnatada o desnatada. Incorpora a la dieta pescado azul. Utiliza el aceíte de oliva virgen para tus ensaladas y descubre los frutos secos crudos como almendra, nuéz y avellana.
  3. Cambia las frituras. La patata, alimento buenísimo, hazla cocida o al horno. Evitarás el consumo de radicales libres formados durante la fritura del aceíte.
  4. Reduce drasticamente el consumo de sal. No se trata de eliminarla de raiz. Investiga el sabor de condimentos como ajo, orégano, perejil, tomillo, etc. Recuerda que muchos alimentos ya contienen la cantidad diaria de sal recomendada. No eches más leña al fuego.
  5. Consume más de 2 litros de agua diarios. Con ello mejorarás la función digestiva y renal eliminando sustancias de desecho perjudiciales para nuestro organismo y el exceso de Sodio.
  6. Reduce al máximo el consumo de alimentos excitantes tales como la cafeína, el chocolate y otros compuestos similares que tienen efecto vasoconstrictor.
  7. Evita en lo posible generarte situaciones de estrés gratuitas aprendiendo a manejar las situaciones conflictivas y a usar técnicas de relajación. No te lo lleves puesto.
  8. Incorpora a tu rutina diária al menos 30 minutos de paseo rápido. Solo, con tu famila, con los amigos, con tu perro. Ayuda a incrementar tu gasto calórico de manera suave y aeróbica. Esto lo agradece tu corazón.
  9. Modera el consumo de bebidas alcoholicas de alta gradación. Con ellas estás incorporando un exceso de calorías y propiciando el efecto rebote que origina la vasodilatación que genera el alcohol.
  10. He dejado para el final no se si el más importante de todos, pero desde luego sí uno de los más dañinos para nuestra salud. El consumo de tabaco. Consciente de la dificultad que supone dejar de fumar solo te dejo una reflexión. El mejor regalo que puedes hacerte nunca es abandonar el hábito tabaquico. Ahorrarás dinero y ganarás salud.


Como conclusión decir que la HTA es un proceso oculto. No da la cara. No tiene una sintomatología clara a menos que esté muy alterada. Recomiendo que al menos una vez al mes te des un paseíto por la farmacia y te tomes la tensión. Si ves que en un par o tres de veces que te la tomes la tienes por encima de 140/90 mm de Hg acude al médico. Tener controlada la tensión Arterial es un seguro de vida
 
 
 
 
 
Fdo: Luis González Martín

domingo, 27 de octubre de 2013

El Estres. La mejor ayuda para enfermarnos

Lo que conocemos como estres es un conjunto de procesos de tipo fisiológico mediante los cuales nuestro organismo reacciona frente a situaciones temporales adversas. Un determinado grado de estres estimula a nuestro cuerpo, poniéndolo alerta y permitiendo una reacción adecuada frente a un estímulo, cesando cuando finaliza la causa que lo generó. Así, por ejemplo, un atleta cuando afronta una competición lleva a su organismo a una situación de estres encaminada a incrementar su actividad muscular ( aumento del ritmo cardiaco, mayor flujo sanguíneo a los músculos, incremento de la concentración, etc )

El mantenimiento de una situación de estres durante un tiempo prolongado o de manera reiterativa, pasa de tener un efecto beneficioso para nuestro organismo a tener un efecto perjudicial para nuestra salud ocasionando situaciones patológicas severas.
 
En una situación de estres actúan dos sistemas orgánicos bien diferenciados y cuya suma de efectos da lugar a una serie de efectos o síntomas conocidos como estres. Por un lado tenemos el Eje Hipotálamo-Hipófisis-Corteza Suprarrenal y por otro el Sistema Nervioso Vegetativo.
 
EJE HIPOTÁLAMO-HIPÓFISIS-CORTEZA SUPRARRENAL
 
Cuando nuestro Sistema Nervioso Central recibe un estímulo exterior que es considerado como agresión ( traumatismo, competición, alteración emocional, sobre esfuerzo orgánico, etc), manda una señal de tipo nervioso a nuestro Hipotálamo, el cual segrega una hormona que actúa sobre la Hipófisis, órgano que actúa de enlace entre nuestro Sistema Nervioso y nuestro Sistema Endocrino. Esta glándula libera Hormona Adenocorticotropa ( ACTH ) que a través de la sangre actúa sobre la Corteza Suprarrenal haciendo que se libere el Cortisol.
 
Este proceso, de manera natural, se produce todos los días siguiendo lo que se llama un Ritmo Circadiano, es decir, regulado por la luz solar. Así repito, en condiciones normales, este Cortisol es el que se encarga de activar nuestro cuerpo por las mañanas cuando nos levantamos y sacarnos del Metabolismo Basal en el que nos encontramos durante la noche.
 
Los efectos del Cortisol son variados y encaminados a proporcionar a nuestro cuerpo la energía necesaria para afrontar un sobre esfuerzo. Actúa sobre el Hígado y el Tejido Muscular induciendo la liberación de Glucosa que pasa a la sangre elevando el nivel de Glucemia y de esta manera poner a disposición de nuestro cuerpo la cantidad suficiente de nuestra principal fuente de energía, la Glucosa. Por otro lado estimula a los adipocitos a liberar grasa acumulada en forma de Triglicéridos y, por último actúa sobre las proteínas favoreciéndo su metabolización y generación de Aminoácidos.
 
SISTEMA NERVIOSO VEGETATIVO
 
Este sistema es el encargado de controlar las funciones involuntarias de nuestros órganos corporales. Su actuación no depende de nuestra voluntad, es decir, actúa sobre todas aquellas funciones vitales que deben mantener vivo nuestro organismo ( contracción cardiaca, movimientos respiratorios, contracciones y relajaciones de os vasos sanguíneos, movimientos oculares, etc ). Del mismo modo que en el caso anterior, ante un estímulo de agresión externa, este sistema también se pone en marcha actuando en este caso sobre la Médula Suprarrenal e induciendo la liberación de Adrenalina.


 La Adrenalina es otra hormona que tiene una serie de efectos variados en función del órgano sobre el que actúe. Entre sus principales acciones tenemos incremento de la frecuencia cardiaca, vasoconstricción periférica, dilatación de pupilas, bronco dilatación, incremento de la coagulación sanguínea, estimula la liberación de Tiroxina por parte de la Glándula Tiroides incrementando la actividad metabólica general
 
EFECTOS DEL ESTRES PROLONGADO SOBRE NUESTRO ORGANISMO
 
Hemos dicho que una reacción de estres frente a un estímulo puntual es beneficiosa para nuestro organismo. Ahora bien, esta misma reacción prolongada en el tiempo, como consecuencia de un ritmo de vida acelerado o situaciones emocionales intensas prolongadas en el tiempo unido a un estilo de vida sedentario, va a producir una serie de alteraciones patológicas que comprometen seriamente a nuestra salud. Son las denominadas enfermedades ligadas a Estilo de Vida, a saber, Sobrepeso, Enfermedades Cardiovasculares, Diabetes, trastornos Osteo Articulares y alteraciones Inmunológicas.
 
Hemos dicho que el efecto del Cortisol es un incremento del nivel de Glucosa en sangre. Tiene por tanto efecto Hiperglucemiante. El objetivo de esto es el de proveer a nuestro cuerpo de energía mediante su metabolización. Para que esto ocurra es imprescindible la actuación de una hormona segregada por el Páncreas, la Insulina. Esta hormona actúa sobre las células haciendo que la Glucosa se metabolice. Si, como ocurre es estos casos, no existe un gasto calórico asociado a esta situación de estres, la glucosa cambia su vía metabólica hacia la formación de Triglicéridos y grasa con la finalidad de acumular la energía no gastada. Además este efecto se ve incrementado ya que la Adrenalina que se libera en este proceso incrementa las ganas de ingerir alimentos.
 
Si a esto le añadimos que nuestro Páncreas sigue produciendo Insulina, la situación que se crea con el tiempo es la de un agotamiento de este órgano, lo que se conoce como una Insuficiencia Pancreática que da lugar a la Diabetes por la falta de producción de esta hormona.
 
Por otro lado, el Cortisol incrementa el metabolismo de las proteínas. Esto puede afectar a las Inmunoglobulinas que son las proteína encargadas de luchar contra los agentes infecciosos y modular la respuesta inmune de nuestro organismo, haciéndonos más vulnerable a las enfermedades de tipo infeccioso tales como gripe, resfriados, bronquitis, neumonías, cuadros diarreicos, etc. También modifica nuestra reacción inmune aumentando los casos de alergias y enfermedades de tipo auto inmune como el Lupus, Impétigo, Vitíligo, etc.


En último lugar hay que hacer mención a que el Cortisol induce la metabolización de la grasa subcutánea y visceral. Esto va a hacer que aumente la cantidad de Triglicéridos en sangre dando lugar a la formación de Lipoproteínas de baja densidad que se depositan en la pared de los vasos sanguíneos. Esto unido a la vasoconstricción periférica que induce la acción de la Adrenalina favorece la aparición de accidentes cardiovasculares.
 
Llegados a este punto es importante decir que todos estos procesos no tienen por que darse de una manera simultánea. Lo que si está demostrado es que el estres altera el estado homeostático de nuestro organismo haciéndolo más vulnerable a la aparición de estos procesos. Si está demostrada la relación entre estados de estres prolongados y aparición de ciertos procesos tales como Hipertensión arterial, derrames cerebrales, ulceras gastrointestinales y alteraciones dermatológicas.
 
A la hora de combatir el estres prolongado lo más importante es la identificación de las causas del mismo, con la finalidad de eliminarlas. Aunque el estres prolongado tiene un importante componente psicológico, podemos apoyarnos en una serie de pautas de tipo alimenticio que nos pueden ayudar a aliviar las consecuencias del estres. En primer lugar, en estas situaciones debemos reducir drásticamente el consumo de Hidratos de Carbono de fácil asimilación, tales como azucares refinados, bollería industrial, etc, con la finalidad de no incrementar exógenamente los ya altos niveles de Glucosa.
 
Es muy importante modificar nuestra dieta y hacerla más rica en proteínas, mejor de origen vegetal, ya que así además incrementamos el consumo de fibra, vitaminas y minerales contenidas en estos alimentos. Debemos incrementar el consumo de frutas y verduras sobre todo la ingestión de vitamina C ya que esta vitamina además de reforzar nuestro sistema inmunológico tiene un fuerte poder antioxidante, reduciendo la actividad de los radicales libres. Por otro lado favorece la absorción del hierro y por lo tanto el consumo de oxígeno por parte de los músculos y tejidos.
 
El consumo de agua. Ingerir cantidades superiores a los 2 litros por día favorece la expulsión de la glucosa por la orina y favorece el tránsito intestinal. Además interviene activamente en la regulación del equilibrio homeostático
  

Y muy importante en estas situaciones es la práctica de un ejercicio aeróbico moderado. Por un lado contribuimos al incremento del gasto calórico y por lo tanto quemamos la energía que se produce en estas situaciones evitando la formación de grasa. Por otro lado contribuimos a liberar nuestra mente de las preocupaciones que nos generan el estres.
 
Fdo: Luis González Martín
 
 
 
 
 
 


martes, 17 de septiembre de 2013

El Indice Glucémico de los alimentos



El índice glucémico mide, de una manera indirecta, la cantidad de azucares de fácil absorción que tiene un alimento. Para realizar su cálculo se toma como referencia el tiempo de absorción y paso a sangre de 50 gr de glucosa pura y se compara la curva de absorción con la del alimento a medir.

Conocer el índice glucémico de un alimento tiene una gran importancia ya que nos va a permitir saber de que manera se van a comportar los carbohidratos que contiene en su interior.

El nivel de glucosa en sangre se denomina Glucemia. La glucosa es un azúcar sencillo imprescindible para la obtención de energía. De hecho el cerebro obtiene la mayor parte de su energía a partir de la glucosa. Por lo tanto, su aporte es esencial. Cuando se consume glucosa, esta se absorbe a nivel intestinal y pasa a la sangre aumentando su nivel y dando lugar a una Hiperglucemia. La hiperglucemia pone en marcha un mecanismo de compensación liderado por el páncreas endocrino. Este órgano libera una hormona, la Insulina, que activa el metabolismo de la glucosa y reduce su nivel en sangre, dando lugar a una sensación de desfallecimiento y cansancio, y lo que es peor, hambre.

Por consiguiente, el consumo de alimentos de índice glucémico elevado, de una manera reiterada y abusiva, va a proporcionar altos niveles de glucosa en sangre en un intervalo muy corto de tiempo, lo que hace que el páncreas esté liberando insulina de una manera casi continua. Si esta ingestión no va acompañada de un incremento en el gasto calórico, es decir, de un ejercicio moderado, se produce una desviación del metabolismo hacia la formación de grasa que se acumula en nuestro cuerpo dando lugar a sobrepeso.
Por otro lado, cuando esta situación se prolonga en el tiempo, puede producir un agotamiento de la función pancreática dando lugar a un proceso patológico muy serio denominado Diabetes que es una de las cuatro causas de mortalidad prematura en humanos.

Los alimentos de elevado índice glucémico, están indicados para deportistas o personas que vayan a realizar un ejercicio intenso durante un intervalo corto de tiempo y que por tanto necesiten un aporte extra de carbohidratos de rápida absorción.

Por contra, el consumo de alimentos con índice glucémico bajo, proporciona la glucosa necesaria pero a medio y largo plazo, por lo que están indicados en personas que quieren llevar un control del peso.

El índice glucémico de los alimentos está muy relacionado con la velocidad de absorción del alimento. Así, los alimentos ricos en fibra reducen la absorción de la glucosa, reduciendo el índice glucémico de un alimento. Es el caso de las legumbres o cuando mezclamos alimentos con verduras o pan integral.

También afecta al índice glucémico la preparación de los platos. Así un plato de pasta cocinado al dente tiene menor índice glucémico que uno mas elaborado, del mismo modo que una pieza de fruta lo tiene menor respecto a un zumo de la misma fruta.




Si queremos una alimentación dirigida a un control de peso, debemos tener en cuenta los siguientes aspectos en relación al índice glucémico:
  •  Moderar el consumo de alimentos con elevado índice glucémico
  • Tomar Hidratos de Carbono con moderado o bajo índice glucémico
  • Mantener una buena ingesta de fibra
  • No cocinar en exceso los alimentos ricos en fibra, así como no eliminar la fibra existente en el alimento mediante una elaboración excesiva
ÍNDICE GLUCÉMICO DE ALGUNOS ALIMENTOS
Azúcar.............................100                                                                Frutos secos.............. 13
Zanahoria cocida.............92                                                                  Leche desnatada......... 32
Miel.................................87                                                                  Tomate...................... 38
Pan blanco.......................69                                                                  Manzana.....................39
Cereales...........................66                                                                  Zumo de naranja........ 43
Plátano.............................62                                                                  Uvas...........................45
Macarrones......................50
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Fdo: Luis González Martín